martes, 16 de junio de 2009

Violación de la expectativa

En la gastronomía molecular se da un caso parecido a este fenómeno psicológico, donde se produce una incoherencia entre lo que inferimos sobre un plato y lo que realmente es.
Para comprender esto primero debemos tener claro un término clave en esta violación y éste es la inferencia:
“Se llamaba inferencia a la figura lógica que permite obtener una conclusión directamente, a partir de una única premisa.
Teniendo en cuenta que el esquema fundamental de esa lógica era el silogismo, la inferencia aparecía como un caso especial. Así del conocimiento de que «Está lloviendo», se infiere «el suelo está mojado».”








Así pues a partir de una inferencia que sacamos a simple vista de un plato de Ferran Adriá, por ejemplo, podemos sacar la premisa de que es un plato con un producto sólido, siendo realmente una falsa apariencia pues realmente al introducirlo en la boca es en realidad liquido (véase una
elaboración con nitrógeno liquido, una espuma, aire, una esferificación o un te con forma de gelatina procesado con alginato).


O por ejemplo, algunas de las gelatinas realizadas por Heston Blumenthal, donde presenta en el plato dos productos, uno de color rojo y otro de color naranja, donde la conclusión lógica sería que la naranja pertenece a la gelatina y el rojo a la remolacha, dándose la violación ya que la gelatina naranja es de remolacha (vauriac) y la roja de naranja (sanguina).